En exactamente una semana me voy a Miami. La verdad es que no siento emoción alguna. Digo, debería estar feliz por ir al mundo del capitalismo, por comprar cualquier cantidad de ropa (allá todo está a mitad de precio... con decirles que voy 10 días y mi papá me dijo que haga la valija para uno o dos, porque el resto lo compramos allá) de todo tipo de marcas, por ver caños en cuero y por presumir diciendo "sí, yo fui a Miami". La verdad, no. Miami no me gusta, ni siquiera un poco. Digamos, sí, es genial el hecho de poder ir y comprarse de todo, eso me entusiasma en parte (lamentablemente). Pero... no me interesa ni su gente, ni su historia, ni su cultura ni nada. Digo, nadie va a Miami para conocerlo históricamente. Van porque es lo "top de lo top", el Top 10 de los lugares más fashions y con más turistas del mundo, el lugar donde cualquier persona compradora compulsiva desearía vivir... en fin. Sólo para sentir que van a un lugar donde después, cuando regresen a su país, pueden presumirlo mostrándolas cosas que compraron allá, ya que pueden darse el lujo de ir y comprar.
Hoy empecé una serie nueva, Gossip Girl. Sí, muy chica rosita. Pero todo el mundo habla o habló de la serie, de lo genial que es y bueno, quería comprobar que tan digna de ver era. La verdad es que es muy buena. Ni siquiera sé si tiene moraleja pero me enganchó.
Hoy me quedo en la casa de mi papá a dormir (son las 12.57, casi la 1, nose si decir hoy o ayer). Todo un logro. Hace años que no venía a dormir. Yo siempre dije que fue por la casa. Pero realmente no sé si es por la casa o por los que la habitan. Me refiero... papá, la esposa y mi hermana (media hermana).
Bueno, voy a seguir con la serie, posteo esto para contar un poco de mi vida. Chau.
No hay comentarios:
Publicar un comentario