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lunes, 27 de junio de 2011

Acepto todo tipo de críticas malas.

Lo hice cuando tenía doce para un concurso de literatura de mi colegio, y nunca lo presenté. Me inspiré en una poesía que había echo Federico García Lorca y que me gustó mucho (que ahora no me acuerdo el nombre). 

A que no sabés que pasa
A la vuelta de la esquina,
La luna y las estrellas
Juegan a escondidas

A que no sabés que pasa
A la vuelta de la esquina,
La estrella pinchó a la luna
Con una de sus esquinas

La luna se enojó
Y ahora no juega más
Pero ahora la estrella
Se puso a llorar

La pobre estrella
No supo como pedir perdón
Y de la pena
La pobre murió

La luna muy arrepentida
Llora en la penumbra (no rima un carajo penumbra con lluvia, lo sé)
Por eso ahora sus lágrimas
Se transformaron en nuestra lluvia.

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