Nos están esperando y no estoy muy segura de a dónde ir. Me
arrepiento de todo lo que hice pero no sé cómo no perder el sentido.
Perdónenme, en lo que me he convertido… Esta
melodía casi que me salva, pero le hace falta un poquito de amor en mis adorables
huesos. Necesito que se acerquen y me prometan que todo va a estar bien.
Estamos flotando pero no puedo encontrar el fondo y el final. Qué suertudo
extraño me he encontrado por aquí. Podríamos viajar juntos y pasar este mal
momento. Hay cuatro asientos y quizás es poco, o quizás es mucho, pero no es lo
que importa. Podríamos bajar a descubrir que pasa acá a la vuelta. Quizás si
tratamos podemos girar normalmente. Sacrifiquémonos. ¿Qué acabo de hacer?
Hay alguien esperando allí afuera, revolviendo entre las
puertas. Resolviendo mis problemas. Yo digo que prosigamos con el plan en
focus. Focus de día. Focus de noche. Me siento peor, y digo que es culpa del
Estado. Todo lo malo que pasa en mi vida debe ser culpa del Estado. Mis
esperanzas deben estar drogadas y mi ego está seguramente cansado. Mi mente
divaga y mi corazón confunde. Increíblemente ya me dejaron sola. O solo. Ya me
olvidé quién soy. O qué soy. ¿Es tan necesario este mal de seguir etiquetando
gente, llamándolos normales?
Siento como este increíble poder emana de mí. Una
transfusión entre tu aire y mi dióxido de carbono. Espero conservar en mi mente
tu figura de una mentirosa callada. O mentiroso callado.

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