*Léase esto escuchando la canción Towers de Bon Iver*
Te amo. Te siento y me encanta sentirte. Sentirte acá, conmigo. Siempre. Para siempre.
Despertás las cosas más lindas que hay en mí.
Te miro. ¿Te das cuenta de lo que pienso? No lo sé. Sólo veo que me estás mirando y me pregunto si vos también me sentís.
Me gusta observarte. Observar qué hacés, tus gestos, qué te llama la atención, qué te aburre, qué pasa por tu cabeza cuando me escuchás hablar.
Creo que para vos soy la persona más aburrida del mundo pero como me querés tanto no te importa. ¿Qué tengo yo que te llama la atención? No soy nada especial. ¿Te parecí linda? ¿Te parecí distinta a tu entorno? ¿Creíste que puedo sacarte de toda la mierda que te rodea?
Vos sí. Vos sí me parecés lindo y distinto a todo lo que me rodea, me parece que vos me lográs sacar todo lo malo que tengo adentro mío y todo lo malo que me rodea. Vos lográs sacarme del personaje barato y paupérrimo que habita en mi cuerpo y me hacés sentir una nueva chica, más fresca. Espontánea y mejor.
Nuestras realidades y nosotros somos tan distintos que no sé ni qué nos vimos al principio. Tu forma de ser y la mía son opuestas y muy parecidas a la vez. Nuestros entornos no tienen nada que ver. Ni siquiera nuestra forma de divertirnos es igual.
A pesar de todo esto, nuestra relación es la mejor. Como nos cuidamos, como nos reconciliamos, lo bien que la pasamos juntos y lo feliz que nos hacemos. Nos vivimos peleando pero viéndole el lado positivo a eso nos fortalece. Nos hace crecer.
Te amo. Te vuelvo a mirar. Estás diciendo algo como que mi boca te gusta o que mis ojos son muy lindos. Yo no le presto nada de atención porque estoy anonadada.
No puedo creer que yo esté pensando y regocijándome en mi mente, fascinándome con lo bonito que sos por dentro (en las entrañas) y por fuera, y vos estés contándome cosas triviales, tan inocente y ajeno a lo muchísimo que significás para mí.
Empiezo a llorar. Vos me preguntás "¡¿Qué te pasa?!" porque fue de la nada. Yo te contesto que nada, que estoy bien.
La verdad es que estoy tan bien que no lo puedo creer.
La felicidad que me transmitís, la paz que medas son tales que no me cabe la alegría en el cuerpo, no puedo expresarla de otra forma.
Vos te preocupás porque no me creés que estoy bien. Lógico, la gente asocia las lágrimas con algo triste. A veces las lágrimas son admiración, fascinación, felicidad, asombro, amor. A veces las lágrimas son la única manera de expresar la intensidad que hay en un sentimiento.
A veces son la forma más pura y sincera. A veces son lo único que queda.
Me las seco y miro al cielo. Somos lo único que tenemos y lo único que nos queda. Yo te tengo a vos y con eso estoy bien.
"Te amo" me decís. "Mirame a los ojos". Te miro. "Te amo" me volvés a decir. Amo mirarte a los ojos. Amo el color y la forma que tienen. Amo la expresión que muestran. Cuando yo te miro a los ojos se me congela hasta la sangre. Se me para todo el mundo, pibe.
No sé si alguno de los dos es consciente de que esto puede terminar en treinta años, en dos meses o mañana. No sé si alguno de los dos realmente entiende lo distintos que somos.
No lo sé, pero no me importa.
Porque pese a todo lo que nos diferencia, nos separa, nos aisla, yo te amo.
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