Todavía no encontré la armonía perfecta, pero les aseguro que no se van a decepcionar. Mientras existan las noches y yo tenga un poco de luz para imaginar, el arpa nunca va a dejar de sonar. Mientras tenga dudas en mi cabeza y un poco de inquietud que me mueva, nunca me voy a declarar ignorante. Por más lejos que corra, no voy a alardear sobre la distancia, sino sobre lo difícil que fue.
Aunque las chances
no sean las que uno quisiera tener
si vos me dejás volar un poco
el arpa nunca va a dejar de sonar.
Y yo
tampoco.
Cuando en Brasil dejen de tocar esa bossa nova que tanto me gusta yo te voy a cantar. Porque no me interesa que me conozcas, pero sí que me escuches. No podría pedir nada más que pasar una noche adentro del auto mirando como todo se mueve mientras yo me quedo acá. Y mientras el sonido va ascendiendo y creciendo y se va formando una orquesta, una oleada cada vez más poderosa de pensamientos, yo te miro cruzar la calle.
Porque soy esa persona que no te importa
Que a veces te preguntás que pensará
Pero que no le interesa que la conozcas
Sino que la escuches.
Y así
conocerme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario