Los árboles caen como la mirada del transeúnte sobre mí
así como de día las cosas son más alegres
de noche uno se pone a bailar porque sufre
Decir "estoy bien" requiere de una alineación constante de los astros
hacia tu persona
puesto que tus prendas íntimas a veces tienen el elástico vencido
El transeúnte reposa la mirada en el vidrio de mi ventana
yo coloco flores en la bañadera del amor
porque todo camino puede andar, todo puede andar
Spinetta me canta sobre los relojes
yo percibo a ese cazador oculto
se mantiene firme en la vereda de en frente
observando mi ventana como quien aprecia la boca de alguien por primera vez
Atardece y se me empieza a secar la luna
dios nos guarde de que se me infecte
En el boulevard de los alerios el paladar se siente curioso ante los demás engendros
deambulantes, anestesiados por el peso de sus vidas
Lo siento cantando y me pongo en el centro de la habitación
sonriendo en paz
le sonrío al transeúnte, a la calle, a mí, a la vida
Zapatos consiguen redoblar la apuesta pisando la realidad
pero guarda con los gigantes y su experimentada visión del ocaso
Mi gato negro se esfuma entre los árboles
yo salgo a la calle a pisar hojas secas del temporal
Imagen mental: las pantorrillas desnudas
me siento en posición fetal y me acaricio la nuca
me revuelvo el pelo en la bañadera del amor
donde me encerré hace un tiempo bajo llave y prohibí el ingreso a extraños
Ahora salí, y acá estoy, afuera, en otoño
El transeúnte ya se fue
mi grito de guerra finalizó este capítulo porque ya es hora de dormir la siesta.
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