La relación era un tanto complicada de explicar. Él era bastante frío y ella lo
contrario. Cuando estaban juntos se volvían las personas más melosamente
pesadas del mundo. Lo que todos los imbéciles que los rodeaban no
notaban, ya sea por su aparente
ignorancia o ceguera temporaria, era que eran muy disfuncionales. Les vivían
diciendo que hacían una pareja hermosa. Ella era agresiva, impulsiva,
malhumorada y directa. Él era más poético, tranquilo, tímido y hasta miedoso. Los opuestos se atraen, me dirán,
pero a ellos les importaba una mierda. Eran demasiado distintos como para estar
juntos y aun así eran felices. Sin embargo, cada uno tenía sus “demonios internos”. Ambos eran inseguros
en cuanto a la relación. Tenían un miedo constante de que alguno se encuentre algo mejor. Por más diferencias
que tuvieran, si pasaba más de una semana sin verse se extrañaban más que a nada en el mundo. Si
bien ella parecía ser muy segura de sí misma en el fondo tenía asuntos
importantes sin resolver, y eso le
carcomía la cabeza. Y él, por más tranquilo y profundo que pareciera ser, vivía
haciéndose planteos paranoicos y
masoquistas acerca de qué tanto más quería a la chica de lo que ella a él.

Su relación podía no ser la mejor, pero era real. Los dos se soportaban en sus peores estados, quizás terminaban no hablando por horas o días, pero el sentimiento era demasiado inmenso como para no perdonarse. Y
eso era lo que les importaba. No cuántas fotos tuvieran juntos o qué tanto cada
uno podía presumir lo lindo que era el otro (sin embargo cuando encontraban
oportunidad lo hacían), sino que lo que estaba pasando era fuerte, mutuo, estaba
acá, y era ahora. Y es ahora.
Ehhhhhhhh flasheaste mal paco flash flash
ResponderEliminarNo.
EliminarMe enamoré.
ResponderEliminarey, gracias!
Eliminarsolci, me encanta che <3
ResponderEliminarme alegra que te guste!
Eliminar